Querido Diario.
Podríamos decir que desde la prehistoria, los humanos hemos sentido la necesidad de dejar huella. Si antes, los primeros hombres rayaban a las cavernas dibujos relatando su día a día, siglos después, por la primera comunión, era costumbre que te regalaran un diario donde harías exactamente el mismo. Quizás no hablaríamos del animal que habíamos cazado, pero sí de las peleas a clase y de los primeros amores. Puede parecer que los diarios son inicialmente cosas de niños o que, incluso, se han pasado de moda. Pero bien es verdad que, hoy en día, los humanos insistimos a conservar nuestro recuerdo por un futuro: Ya sea colgante fotografías en Instagram, quejándonos en Twitter, charlando por Whatsapp, practicando firmas en una libreta, haciendo un grafiti… y algunos incluso vandalizando monumentos históricos, profesando amor eterno por su pareja (no lo hacéis nunca. Vandalizar, quiero decir).
Queda claro, pues, que las personas tenemos la necesidad de expresarnos, disfrutar de los recuerdos y hacer saber a las futuras generaciones que nosotros estuvimos aquí.
En mi caso, lo hago con los autorretratos. Quizás no queda demasiado lejos de aquellos que se hacen un selfi… o quizás sí.
Mi “Estimado Diario” se divide en dos partes: en una las fotografías son de unos colores muy vivos, y con una estética parecida a los sesenta (una época que ni siquiera he llegado a vivir y que solo puedo imaginar con la ayuda de películas y fotografías del álbum familiar). En la otra, las imágenes son principalmente en blanco y negro y están intervenidas con bolígrafos de colores. Como cuando un niño dibuja un bigote en un retrato.
En la primera parte, explico historias de mi vida de la forma más exagerada posible. Podríamos decir que más que hablar de hechos reales, se basan en estos. Interpreto un personaje como si una actriz tuviera que hacer de mí misma y me convierto en una mezcla de Barbie y Femme Fatale.
En la segunda parte, no hay ningún tipo de trampa. El desnudo no podría ser más sincero y las historias son completamente transparentes. Con la ayuda del simbolismo, de los garabatos y de elementos que pertenecen a la cultura pop, esta historia puede ser tanto mía como tuya.
Como ya he dicho al principio, los humanos siempre hemos querido dejar huella… y, como podéis ver, hay varias formas de hacerlo.
Más información sobre la exposición “Estimat diari” en el Instagram @galeriaespaicavallers
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